domingo, 24 de octubre de 2010

MISERABLES

Los mismos hijos de puta que la semana pasada le abrieron la cabeza de un piedrazo al arquero de Defesnor Sporting, hoy volvieron a demostar su crapulencia: cuando Boca saltó al campo de juego del estadio Libertadores de América, la BARRABRAVA de Independiente lo recibió arrojando una marea de bolas de fraile al campo, en clara referencia al término despectivo y xenófobo "bolita" con que se intenta discriminar a los hermanos bolivianos.

Hay que decirlo claramente: estos tipos no representan a la totalidad del público de Independiente, sólo son representantes de sus porpios (y espurios) intereses; son parásitos que viven de los clubes en connivencia con dirigencias asquerosas.  El resultado de este tipo de asociaciones (dirigentes corruptos-grupos de choques) pueden derivar en crímenes terribles como el de Mariano Ferreyra.

Esta Argentina que intenta modificar algunos paradigmas rancios que moldearon sus estructuras políticas, sociales y culturales, tiene como tarea desenmascarar a estos hijos de puta. Para bien de todos.

2 comentarios:

eduardo j. dijo...

De acuerdo,me gustaría que los palcos y plateas de la bombonera no reciban con escupitajos e insultos constantes a los jugadores y personal técnico visitantes, a su inmediato alcance,desde 1940 cuando fundóse tal estadio..

Tango D. dijo...

Muy bueno el artículo y la reflexión. Sin embargo, me parece necesario pensar en términos más complejos esta problemática. Las bolitas no cayeron solamente de la barra. Al igual que los cánticos, cuentan con la legitimación de gran parte del resto de los hinchas (incluídas las plateas y en todas las canchas). Las consignas racistas, las homofóbicas, etc, que constituyen buena parte de la violencia en el fútbol, están inscriptas en la "cultura del aguante", en un entramado social que excede a las barras y fue legitimada durante años por los grandes medios de comunicación. Apoyo artículos como este ("Miserables") que plantean una temática por la que hay que seguir pensando y dicutiendo. Saludos respetuosos.